De dónde sale esto.

En mayo de 2009, fui a Los Ángeles en un viaje de trabajo. Se trataba de asistir a un evento anual al que sólo suelen ir los grandes jefes de ciertas empresas, pero ese año, un "gran jefe" no pudo ir y fui yo, una doña nadie. El blog nació sólo como una forma diferente y barata de comunicarme con mi familia y amigos mientras estaba allí, a 9 horas de distancia temporal. Pero luego, le cogí el gustillo y, aunque ya no estoy allí, sino en Madrid, considero que nuestras vidas son unas grandes súper producciones y que yo, al fin y al cabo, sigo siendo una doña nadie en Hollywood.

lunes, 16 de agosto de 2010

Corrígeme si me equivoco.

Estoy leyendo un libro que me está gustando mucho. Ahora puedo decirlo, porque voy por la página 287 (de 352). Trata, por una parte, sobre la historia de un periódico de habla inglesa con sede en Roma, fundado en los años 50 y, por otra, sobre las historias personales de varios trabajadores del periódico en la época actual, de manera individual.

En el capítulo que protagoniza el jefe de correctores del diario hay varias erratas. Por ejemplo, pone "altas" en lugar de "atlas" y también "techas" en lugar de "teclas". Como, hasta ese momento, no había encontrado ningún otro error, pensé que se trataba de una especie de juego que el autor proponía. Como si así nos implicáramos más con la trama del corrector, en la que él corrige, entre otras cosas, un titular que decía "Salam Hussein". Entonces, me resultó un guiño simpático. De hecho pensé que al final del capítulo habría una nota haciendo referencia a esas erratas.

Pero no. Eran erratas de verdad.

En capítulos posteriores, en los que el personaje del corrector no tenía nada que ver, también había otros errores.

Me desilusioné mucho. El resto de la edición está bien. La portada me gusta. Tiene unas letras en relieve, muy trabajadas y también un buen diseño en general. Pero me pregunto cómo es posible que se cuelen tantos errores en un libro y, especialmente, en un libro que habla, entre otras cosas, del arte de escribir.

El corrector real que corregía el episodio del corrector ficticio... ¿no debería haberle puesto más empeño, precisamente porque hablaban de un trabajo parecido al suyo? ¿O, tal vez por eso mismo, se despistó?

También pensé que el error podría partir del texto original, pero claro, en inglés "atlas", también se dice "atlas" y en cambio, "altas" es "tall". No se parecen. Aunque tengan casi las mismas letras.

En el otro libro que leí este verano no encontré este tipo de errores. En cambio, la traducción no me pareció buena. Decía cosas del tipo "temprano en la mañana". ¿Quién dice en España "temprano en la mañana"? Lo más normal es "por la mañana temprano" o algo así ¿no? Estaba traducido literalmente del inglés, "early in the morning". Como lo de "from lost to the river", vamos.

Cientos de veces habré cometido errores así. Y cientos de esos cientos de veces habrán sido en este blog. Pero no deja de sorprenderme que eso suceda en libros impresos cuyo precio no baja de los 17 euros. En buenas ediciones de buenas editoriales.

Cosas que pasan y que me distraen de una entretenida lectura.

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Un buen amigo mío, grandísimo amante de los libros, del cine y de las bandas sonoras, me recomendó hace un par de años, que escuchara la de la película Babel. Lo hice y ahora le agradezco que me diera a conocer, entre otros, este tema. Creo que es perfecto para escucharlo con unos cascos, mientras se viaja y se mira por la ventana del vehículo que nos transporte... y pasan ante nuestros ojos las casas, los árboles, los postes de teléfono, las señales...
Es un poco especial, tal vez no muy fácil de escuchar, pero si aceptáis el reto, aquí está:
Endless flight - Gustavo Santaolalla.
http://open.spotify.com/track/0vHL21PTHKgH9xm6so2vNC

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