De dónde sale esto.

En mayo de 2009, fui a Los Ángeles en un viaje de trabajo. Se trataba de asistir a un evento anual al que sólo suelen ir los grandes jefes de ciertas empresas, pero ese año, un "gran jefe" no pudo ir y fui yo, una doña nadie. El blog nació sólo como una forma diferente y barata de comunicarme con mi familia y amigos mientras estaba allí, a 9 horas de distancia temporal. Pero luego, le cogí el gustillo y, aunque ya no estoy allí, sino en Madrid, considero que nuestras vidas son unas grandes súper producciones y que yo, al fin y al cabo, sigo siendo una doña nadie en Hollywood.

viernes, 4 de junio de 2010

El saber no libera lugar.

La vida tiene muchos sentidos. Lo mejor, es no buscarle ninguno y vivirla tranquilamente, pero, por ejemplo, la ilusión es uno de los motores que más ayudan a seguir adelante. Para mí, otro es la curiosidad, que tal vez es también una forma de ilusión.

No es que yo sepa mucho de nada. Como dice mi padre (al que, como habréis notado, nombro frecuentemente en estos textos, porque me aporta muchas ideas), "con lo que yo desconozco, se podrían escribir enciclopedias". Pero siempre me ha gustado aprender sobre casi cualquier cosa.

Porque cualquier tema puede resultar interesante y atractivo si te lo enseña el maestro adecuado. Yo tuve unos profesores de Literatura y de Matemáticas, a mi modo de ver, absolutamente desastrosos. No digo que no amaran lo que enseñaban, pero no lo sabían transmitir en absoluto. Así me pasó: la Literatura no se me daba mal y salí adelante bastante bien, pero, en cambio, era un desastre para los números y mi profesor no supo remediarlo.

Sin embargo, en la facultad, había una asignatura que poco o nada tenía que ver con la carrera: Psicología. Pero el catedrático, aquel hombre bajito y lleno de energía y de hijos, era tan buen comunicador, que sus clases estaban llenas. Porque daba gusto oírle. Porque te daban ganas de aprender más y más sobre la Pirámide de Maslow, aunque no pudieras aplicarlo como meritorio de rodaje.

Luego, fuera del mundo académico, te encuentras a menudo con el problema de dar con personas que saben mucho y que, no es que no sean buenos comunicadores, sino que no quieren comunicar nada de lo que saben. Porque la información es poder. Y porque si hoy te enseño, mañana me quitas el puesto. Hay mucha gente que sabe mucho, pero no tiene humildad y, yo diría que tampoco seguridad en sí misma.

Últimamente, la vida me ha puesto en el camino varias personas que saben mucho y comparten gustosamente todo lo que saben. Y eso me hace tremendamente feliz, porque casi todos los días, gracias a ellos, aprendo algo nuevo y así, casi todos los días, yo tengo más motivación para aprender más.

Por eso digo que, si bien el saber no ocupa lugar, no es menos cierto que tampoco lo libera. Aunque compartamos nuestros abundantes o escasos conocimientos, no se nos va a quedar vacío el cerebro.

Y pocas cosas hay tan bonitas como saber que, gracias a ti, alguien ha aprendido algo nuevo.

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