De dónde sale esto.

En mayo de 2009, fui a Los Ángeles en un viaje de trabajo. Se trataba de asistir a un evento anual al que sólo suelen ir los grandes jefes de ciertas empresas, pero ese año, un "gran jefe" no pudo ir y fui yo, una doña nadie. El blog nació sólo como una forma diferente y barata de comunicarme con mi familia y amigos mientras estaba allí, a 9 horas de distancia temporal. Pero luego, le cogí el gustillo y, aunque ya no estoy allí, sino en Madrid, considero que nuestras vidas son unas grandes súper producciones y que yo, al fin y al cabo, sigo siendo una doña nadie en Hollywood.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Facebook.

En los últimos días, han aparecido en mi Facebook varias solicitudes de amistad. La mayoría procedían de gente de mi colegio y alguna otra, de la facultad.

De la gente del colegio, de esas personas en concreto, no sabía nada desde hacía veinte años. Veinte. Me encanta ver cómo, en la mayoría de los casos, todas tienen la misma cara que recuerdo. La misma sonrisa.

La pregunta es obligada, en el encuentro: "¿Cómo te va la vida?". Y entonces es cuando hay que resumir esos veinte años en unas cuatro o cinco líneas. Y es curioso ver cómo todos lo conseguimos. Todos logramos condensar todo ese tiempo en unas cuantas palabras: "Estuve trabajando quince años en tal sitio y este año me he cambiado a este otro. Y hace 6 años que me casé". O: "Viví un tiempo en Barcelona, pero luego me trasladaron a Madrid y aquí sigo, aún soltero". O: "Sigo viviendo en el mismo barrio, me casé con fulanito, ¿te acuerdas? pero nos divorciamos".

Todo el resumen se reduce al trabajo y a la situación sentimental. Eso es lo que parece describirnos.

En ninguna otra época de la Historia se ha podido reencontrar nadie con tanta gente de su pasado. Tengo agregados por lo menos quince amigos de entonces. Y parece que retomas la conversación en el lugar donde la dejaste.

Probablemente, ninguno somos los que éramos. Entonces, sólo nos unía ser compañeros de clase, pero seguramente no teníamos mucho más en común. Luego, cada uno tiró para un lado, hacia su vocación, o hacia donde pudo. Y ahora, la red nos vuelve a juntar.

Y es estupendo que te digan que se alegran de volver a saber de ti. Y es estupendo decirlo y que sea sincero.

En aquella época, las diferencias se marcaban mucho: los guapos, los listos, los tímidos, los ricos, los menos ricos... En cambio, yo creo que ahora estamos todos igualados por lo que nos ha pasado en estos veinte años: tener que habernos enfrentado a la vida de verdad. A una vida en la que los exámenes son mucho más difíciles que los de la quinta evaluación y en la que no te dejan repetir curso.

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