Casi me había acostumbrado a escribir, al menos, día sí y día no. Por mí, lo haría todos los días. Pero, a veces no se puede porque no sale nada de nada. En ocasiones porque no hay nada de nada y en ocasiones, porque hay demasiado, pero no para escribirlo.
Así es que, como también escribí este sábado, para ser constante, al menos, hoy dejo una canción y alguna reflexión sobre ella.
No es habitual que algo te pueda cambiar el estado de ánimo por completo, súbitamente y sólo con unas notas de piano, seguidas de algo que a mí, por lo que sea... me parece perfecto. Simplemente, porque me remueve el pecho y me provoca palpitaciones que no reconozco.
Cada vez que oigo este tema, da igual cómo me sienta en ese momento, da igual lo que suceda a mi alrededor. Indefectiblemente, se me cierra la garganta y rompo a llorar.
Por eso, no sé si amo esta canción. Porque se supone que lo que amas te hace feliz y Llevo Tu Voz sólo me provoca un llanto tremendamente apasionado. Algo muy especial. Una fusión mágica entre música y letra.
No tiene por qué gustarle a todo el mundo. Sólo estoy hablando de mí.
Por desgracia, no la encuentro en Spotify, pero sí en Youtube.
http://www.youtube.com/watch?v=U5t-brCS1tU
De dónde sale esto.
En mayo de 2009, fui a Los Ángeles en un viaje de trabajo. Se trataba de asistir a un evento anual al que sólo suelen ir los grandes jefes de ciertas empresas, pero ese año, un "gran jefe" no pudo ir y fui yo, una doña nadie. El blog nació sólo como una forma diferente y barata de comunicarme con mi familia y amigos mientras estaba allí, a 9 horas de distancia temporal. Pero luego, le cogí el gustillo y, aunque ya no estoy allí, sino en Madrid, considero que nuestras vidas son unas grandes súper producciones y que yo, al fin y al cabo, sigo siendo una doña nadie en Hollywood.
No hay comentarios:
Publicar un comentario