De dónde sale esto.

En mayo de 2009, fui a Los Ángeles en un viaje de trabajo. Se trataba de asistir a un evento anual al que sólo suelen ir los grandes jefes de ciertas empresas, pero ese año, un "gran jefe" no pudo ir y fui yo, una doña nadie. El blog nació sólo como una forma diferente y barata de comunicarme con mi familia y amigos mientras estaba allí, a 9 horas de distancia temporal. Pero luego, le cogí el gustillo y, aunque ya no estoy allí, sino en Madrid, considero que nuestras vidas son unas grandes súper producciones y que yo, al fin y al cabo, sigo siendo una doña nadie en Hollywood.

lunes, 21 de abril de 2014

Nessun dorma.

Nunca me ha gustado dormir. No puede gustarme hacer algo que no sé que estoy haciendo.

Siempre hay cosas más interesantes que hacer que dormir, aunque esa cosa sea simplemente no hacer nada. Porque eso sí que se disfruta.

Pero, como a pesar de mi apariencia y mi cerebro, soy humana, TENGO QUE dormir y, puesto que no tengo práctica, cada vez me cuesta más. Entonces la gente te cuenta truquis para conciliar el sueño, como por ejemplo, "lee un libro". A ver. Entiendo que a esa gente no le gusta leer, porque cuando yo leo un libro es porque me gusta y si me gusta, siempre termino incorporándome y devorándolo con avidez. Luego no me duermo.

También te dicen que oigas algo de música. Tampoco me vale. Me sé todas las canciones y las termino cantando. Y si no, me recuerdan a alguien y ese alguien siempre me ha hecho reír, llorar o sencillamente le odio, por lo que me recreo en mi dolor y no me duermo.

"Date un baño caliente". ¡Qué estrés, por Dios! No sé qué tiene de relajante el estruendo del chorro durante los 15 minutos que tarda en llenarse la bañera, esperar a que se enfríe porque tus manos nunca aciertan con la temperatura real del agua, intentar no clavarte el grifo, buscar la postura correcta para que los muslos y las rodillas no sobresalgan y se enfríen, estar el tiempo justo para no arrugarse, controlar que no baje el nivel del agua porque se escapa un poco por el sumidero y, finalmente, intentar salir del baño con dignidad. Muy bonito todo, pero no compensa, de verdad. Al menos, en mi bañera.

"Tómate una infusión de tila, melisa, valeriana y pasiflora y esparce unas gotas de esencia de lavanda por la almohada". Ah, sí, espera, tengo que tener algo de eso en la despensa... ¡Oh, no! No hay. Lo más parecido es un Ambipur de flores de Oriente caducado y una caja de Earl Grey que me trajo Pedro de Londres. Pedro... valiente sinvergüenza. "Mañana te llamo y cenamos", dijo. Y cené, pero sin él, esa noche y la siguiente y las siguientes... Que le pillaba en un momento complicado, me dijo. Tan complicado como que se casó a los dos meses, de penalti. Pero mira que era guapo, ¿eh? Joer, qué sonrisa... Y aquel día que se presentó por sorpresa en el trabajo a recogerme... Es que tenía cada cosa... ¡Madre mía, las tres menos cuarto y sigo despierta! Mañana sin falta compro la pasiflora. Por cierto... siempre me sale decir "palsiflora", a ver si no meto la pata en la tienda. ¡Anda! Rima con cantimplora. Ay... qué bonita aquella excursión con Pedro...

"Ponte tapones en los oídos". Vale. Ah, mira, pues es verdad que no se oye nada. ¿A ver? Pues no. ¡Espera! ¿Qué es eso? "Pumpun, pumpun, pummmmpun" ¡Es mi corazón! Ay, qué grima. Va muy rápido, ¿no? ¿Y si se me para de repente? ¡Ay, ese pumpun ha sido distinto!

Sí, dormir parece fácil. Tanto que puede hacerse con los ojos cerrados. Pero a veces cuesta mucho echar el cierre.
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Y para ver si dormimos... una nanita: Lullaby - The Cure.


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